La economía circular: volver al ciclo de vida
¿Qué es la economía circular?
La economía circular es un modelo que busca imitar los ciclos de la naturaleza: todo lo que se usa vuelve a tener vida.
En lugar de extraer, producir y desechar —como ocurre en la economía tradicional—, este enfoque propone mantener los materiales en uso el mayor tiempo posible, repararlos, reutilizarlos y regenerar los sistemas naturales.
La Fundación Ellen MacArthur resume sus principios en tres pilares:
- Eliminar residuos y contaminación desde el diseño.
- Mantener los productos y materiales en uso.
- Regenerar los sistemas naturales.
En otras palabras, la economía circular no busca reciclar al final del proceso, sino repensar todo el ciclo desde el principio.

Foto: Bahutik Patel
¿De dónde nace el concepto?
Aunque el término se popularizó en la última década, sus bases vienen de los años setenta.
Economistas ecológicos como Kenneth Boulding y Herman Daly ya advertían que el planeta es un sistema cerrado, con recursos limitados.
Inspirados por la termodinámica, propusieron una economía de “ciclo cerrado”: aquella que evita el desperdicio y utiliza los recursos de forma regenerativa.
Décadas más tarde, investigaciones publicadas en Journal of Cleaner Production definieron la economía circular como “un sistema regenerativo que minimiza la entrada de recursos y la producción de desechos, emisiones y energía” (Geissdoerfer et al., 2017).

Foto: Towfiqu Barbhuiya
¿Por qué es importante?
Según la ONU (2023), más del 90% de los recursos naturales que extraemos terminan convertidos en residuos o emisiones.
Y de los más de 100 mil millones de toneladas que usamos cada año, solo el 7% se reutiliza.
La economía circular ofrece una respuesta:
- Reduce la presión sobre los ecosistemas.
- Disminuye emisiones y desperdicios.
- Promueve innovación y empleo local.
- Fortalece la resiliencia de comunidades y empresas.
No se trata solo de “ser más verdes”, sino de replantear cómo definimos el valor.

Foto: Erik Mclean
Frente al capitalismo lineal
El sistema económico actual —el llamado modelo lineal— se basa en extraer, producir y desechar.
Su lógica es el crecimiento constante, la competencia y el consumo rápido.
La economía circular propone algo radicalmente distinto:
crecer dentro de los límites del planeta, innovando sin destruir.
Estudios del Circularity Gap Report muestran que hoy usamos 1.7 veces más recursos de los que la Tierra puede regenerar.
Adoptar modelos circulares no solo es una cuestión ambiental, sino una estrategia de supervivencia económica.

Foto: Damien Tupinier
Raíz Nativa y las conexiones circulares
En Raíz Nativa creemos que la circularidad también se construye desde lo local.
Nuestro modelo busca conectar a apicultores rurales con la industria y la ciudad, generando un puente justo entre quienes producen con respeto por la tierra y quienes consumen con conciencia.
Al reducir intermediarios, fortalecer economías locales y fomentar la regeneración de ecosistemas, ayudamos a cerrar los ciclos productivos y sociales.
Cada frasco de miel se convierte en una historia de colaboración, equilibrio y valor compartido.
Aunque no todos los proyectos comunitarios encajan en la definición industrial de economía circular, sí representan su esencia más profunda:
producir respetando los ritmos de la naturaleza y devolviendo más de lo que se toma.
¿Es rentable una economía circular?
Sí, y cada vez más.
De acuerdo con la Ellen MacArthur Foundation, este modelo podría generar 4.5 billones de dólares en beneficios globales hacia 2030.
La razón es clara:
- se reduce el gasto en materias primas,
- se impulsa la innovación,
- y se crean nuevos empleos locales.
Pero la rentabilidad más importante no se mide solo en dinero.
Está en la resiliencia, la independencia y los ecosistemas saludables que garantizan un futuro sostenible.

Foto: Jan Kopriva
¿Cómo empezar a transitar hacia una economía circular?
Adoptar este modelo no requiere ser una gran empresa.
Cualquier persona o proyecto puede iniciar el cambio con pasos simples:
- Diseñar para el futuro. Pensar en el ciclo completo del producto.
- Reparar, reusar y reinventar. Alargar la vida de lo que ya existe.
- Reducir el desperdicio desde el origen. Desde empaques hasta logística.
- Colaborar. Cerrar ciclos es imposible si trabajamos aislados.
Volver al ciclo de la vida
La economía circular no es una tendencia pasajera:
es una invitación a recordar cómo funciona la Tierra.
En la naturaleza, nada se desperdicia.
Cada elemento cumple una función, cada ciclo se renueva, cada sistema se equilibra.
Volver a esa lógica es, en esencia, volver a ser parte del ciclo de la vida.
Y en esa circularidad está el futuro de la sostenibilidad, la economía… y de nosotros mismos.
En Raíz Nativa creemos en una alimentación consciente que respeta a la tierra y a todos sus polinizadores. Conoce nuestros productos y súmate a esta forma de producir con propósito.
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Si quieres saber un poco más sobre este tema, escúchame en el capítulo de mi podcast NATIVER: disponible en Youtube, Spotify, Apple Music y Amazon Music.
-bees & love-