abejas nativas en mexico

La importancia de los polinizadores en México y su impacto en los alimentos

 

Reflexiones desde mi participación en el Foro Legislativo "Alimentos más sanos para México" en el panel "Equilibrio y vida para el agua, suelo y polinizadores"

Hace unas semanas tuve la oportunidad de participar como panelista en el Foro de Alimentos, un espacio que reunió a personas, proyectos y empresas que están repensando la forma en que producimos y consumimos. Agradezco profundamente esta invitación, no solo por poder compartir lo que hacemos en Raíz Nativa, sino porque el tema que me tocó abordar —los polinizadores y la producción sostenible de alimentos— es, sin duda, uno de los más urgentes de nuestro tiempo.

 

Más allá de la abeja de la miel

Cuando hablamos de polinizadores, solemos pensar inmediatamente en la abeja de la miel (Apis mellifera). Sin embargo, esta especie representa solo una pequeña parte del gran universo de seres que hacen posible la vida en el planeta.

Los polinizadores forman un grupo muy diverso que incluye mariposas, escarabajos, murciélagos, colibríes, polillas e incluso algunas especies de moscas. De hecho, las abejas representan apenas el 35% de todos los polinizadores conocidos.

En el mundo existen cerca de 20 mil especies de abejas registradas, el doble de especies de aves. México, al ser un país megadiverso, alberga alrededor del 10% de todas las especies de abejas del planeta, conocidas como abejas nativas. Es decir, más de 2,100 especies distintas —y la abeja de la miel es solo una de ellas.

En muchas comunidades indígenas, estas abejas nativas son símbolo de espiritualidad, equilibrio y divinidad.

campo mexicano cultivos
Foto: Dan Meyers

Sin polinizadores, no hay alimentos

La supervivencia humana depende directamente de los polinizadores: sin ellos, simplemente no habría alimentos.

El 85% de las plantas del planeta dependen de la polinización para reproducirse, y más del 70% de esas plantas forman parte de nuestra alimentación diaria.

En los últimos años, hemos visto una preocupante disminución en las poblaciones de polinizadores. Entre las principales causas están el cambio climático, la pérdida de hábitat, y el uso intensivo de agroquímicos en la agricultura industrial.

Paradójicamente, las zonas agrícolas —de donde proviene nuestra comida— son también donde más se pierde biodiversidad.

Sin embargo, hay esperanza. En áreas protegidas o alejadas de compuestos químicos, muchas poblaciones de polinizadores se mantienen estables con el tiempo. Esto demuestra que cambiar nuestras prácticas agrícolas puede revertir el daño: reducir o sustituir agroquímicos, conservar hábitats naturales y fomentar una agricultura más consciente puede permitir la recolonización natural de los polinizadores.

 

abejas nativas campo mexicano
Foto: James Baltz


El valor económico de la polinización

Hablar de polinizadores no es solo hablar de naturaleza, también es hablar de economía y bienestar social.

El declive de los polinizadores tiene un impacto directo en la productividad agrícola y, por tanto, en la economía nacional.

Cultivos como aguacate, pimiento, jitomate, cacao, calabaza, café, sandía, zarzamora y mango dependen en gran medida de la polinización.

Solo en el caso del aguacate, se estima que la polinización representa hasta el 65% del valor neto del producto.

Un estudio reciente de la UNAM (2023) sugiere que la polinización aporta aproximadamente el 14% del valor total de la producción agrícola nacional, una cifra muy por encima del promedio mundial.

Además, la relación entre los murciélagos y los agaves —base del tequila y el mezcal— es tan estrecha, que la desaparición de uno pondría en riesgo la supervivencia del otro.

 

Bioinsumos y prácticas agrícolas sostenibles

 

Para enfrentar este desafío, es esencial promover el uso de bioinsumos que sean amigables con el medio ambiente y no dañen a los polinizadores.

Los bioinsumos ayudan a reducir el uso de agroquímicos nocivos, mejoran la salud del suelo y fortalecen la biodiversidad. Pero para que su adopción sea masiva, se requiere una regulación clara, capacitación a productores y estímulos económicos que faciliten su acceso.

La protección de los polinizadores también pasa por restaurar hábitats y adoptar prácticas como la rotación de cultivos, el compostaje o la agroforestería. Reservar pequeñas áreas no productivas con vegetación nativa puede marcar una gran diferencia para las poblaciones locales de abejas, mariposas y otros polinizadores.

 

cultivos regenerativos
Foto: Jan Kopřiva 

 

Políticas que regeneren, no solo protejan

La conservación de los polinizadores necesita políticas públicas que vayan más allá de la protección simbólica.

Requerimos modelos integrales que fomenten la educación ambiental, incentiven prácticas agrícolas sostenibles y reconozcan el valor económico y ecológico de los polinizadores como servicios ecosistémicos esenciales.

En Raíz Nativa creemos que la sostenibilidad no se trata solo de producir de forma responsable, sino de honrar la red de vida que hace posible cada alimento.

Hablar de polinizadores es hablar de interdependencia, de gratitud y de futuro.

Cuidar de ellos es cuidar de nosotros.

Porque cada flor polinizada sostiene mucho más que un fruto: sostiene la esperanza de un planeta vivo y abundante. 🌸

En Raíz Nativa creemos en una alimentación consciente que respeta a la tierra y a todos sus polinizadores. Conoce nuestros productos y súmate a esta forma de producir con propósito. 

¡Cuéntame en los comentarios tu opinión sobre este artículo Nativer!

Si quieres saber un poco más sobre esta historia, escúchame en este capítulo de mi podcast NATIVER: disponible en YoutubeSpotifyApple Music y Amazon Music.

-bees & love-

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